lunes, 20 de agosto de 2012


La constitución de 1886.
Jorge Orlando Melo
Publicado en: Nueva Historia de Colombia. Bogotá. Editorial Planeta. 1989. Vol III.
Un nuevo mundo político.
Cuando Núñez pudo anunciar en 1885 que la Constitución de 1863 había muerto, estaba efectuando
una verdadera revolución en la organización política del país. Entre 1878 y 1885 había tratado de
lograr una reforma constitucional cuyo contenido apenas vino a precisarse hacia 1884, pero sin que
fuera fácil advertir mediante qué mecanismos podía lograrse.
Los radicales, aunque a veces
admitían la conveniencia, la necesidad misma de la reforma, nunca aceptaron realmente contribuir a
una modificación inspirada por Núñez. Los conservadores estaban de acuerdo en muchas cosas con
el político cartagenero, pero les importaba mucho más, en el plazo cercano, echarle mano a las
riendas del poder. La salida final del impasse la dio la torpeza política de los radicales. En primer
lugar, por supuesto, de los guerreristas santandereanos, más amigos de gestos y actitudes de valor
y dignidad que de estrategias calculadas. Pero los guerreristas eran una minoría, y la mayoría
pacifista acabó presa de los partidarios de la guerra, como ocurriría después, en 1895 y 1899. Para
los radicales partidarios de una negociación con Núñez, de un acuerdo que habría impedido una
reforma muy brusca de la Constitución, la situación era inmanejable: para impedir todo acuerdo
bastaba un pequeño grupo de opositores, el cual tenía por un lado el derecho de decir que no
colaboraría en la reforma constitucional, lo que la hacía imposible, y por el otro, el de enarbolar la
bandera del honor, la tradición liberal, la dignidad. Y entre los mismos pacifistas, la desconfianza
hacia Núñez estaba ya demasiado arraigada para seguir a aquellos que consideraban viable una
transacción con el presidente. De este modo, los radicales, sin flexibilidad ni capacidad de maniobra,
se fueron al desastre, y provocaron la guerra de 1885.
Triunfador el gobierno, habría podido mantener la ficción de la legitimidad, y aprovechar el triunfo
ste procedimiento, como fácilmente se ve, permitía la más completa ruptura con la Constitución del
 para convocar, de acuerdo con la Constitución vigente, una convención que la reformara: contaba
con la unanimidad de los estados, pues aquellos que habían secundado la rebelión habían sido
derrotados y sus jefes civiles y militares habían sido nombrados por el gobierno central. Como se ha
visto, Núñez prefirió romper toda continuidad con el 63 y evitar los riesgos de un resurgimiento de la
oposición antes de que una nueva Constitución estuviera expedida. Por eso, convocó más bien a un
Congreso de Delegatarios, que debería estar compuesto por dos representantes por cada estado,
uno independiente y otro conservador. Estos deberían ser nombrados por los jefes civiles y militares
estatales, que a su vez habían sido nombrados por Núñez. Por lo tanto, el Congreso de Delegatarios
estaba compuesto por dieciocho prohombres que habían sido escogidos realmente por el presidente
de la República.
63, con el federalismo y con el radicalismo. Ninguno de los representantes de i este grupo tendría
representación en el Consejo de Delegatarios: habían r sido derrotados v la nueva Constitución sería
la de los vencedores. Ni siquiera se dio una representación directa a los conservadores de Antioquia,
cuyo federalismo era sospechoso: los representantes de este estado fueron inicialmente José María
Campo Serrano y José Domingo Ospina Camacho, el primero costeño y el segundo bogotano.
Panamá tampoco era muy confiable, y se nombró delegatarios al bogotano Miguel Antonio Caro y a
Felipe Paúl, este sí del Istmo, pero hombre muy cercano personalmente a Núñez. Es evidente que
Núñez había llegado a la conclusión de que no había mucho que hacer con el radicalismo, y que era
indispensable desarraigar por completo del país la tradición federal. Es muy probable que hasta
mediados de 1884 todavía dominaran en él algunos de los elementos liberales que lo llevaron a
decir, al posesionarse de la presidencia en agosto, que era irrevocablemente liberal.


Publicado por: daniela duran
punto de vista:La constitución de 1886 como todos los proyectos políticos se vio empañada en intereses personales, lo que ocasiono su demora en nombrar sus miembros los cuales fueron nombrados por el presidente Niñez después de haber vendido a los diferentes movimientos de los estados que conformaban a Colombia, Cada estado tenía dos representantes que al fin fueron nombrados a voluntad del presidente haciéndoles creer que eran sus representantes.

6 comentarios:

  1. Publicado:Por Daniela Duran carrilo
    Punto de vista:La constitución de 1886 como todos los proyectos políticos se vio empañada en intereses personales, lo que ocasiono su demora en nombrar sus miembros los cuales fueron nombrados por el presidente Núñez después de haber vendido a los diferentes movimientos de los estados que conformaban a Colombia, Cada estado tenía dos representantes que al fin fueron nombrados a voluntad del presidente haciéndoles creer que eran sus representantes.

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  2. publicado por :ingrid orozco
    comentario:que La constitución de 1886 acabó con el federalismo, reconoció a la religión católica como religión oficial, también reconocía al poder central la facultad de intervención en el manejo de la economía del país, dividía el aparato estatal en tres poderes: ejecutivo encabezado por el presidente y sus ministros; legislativo por el congreso y judicial encargado de hacer cumplir las leyes del legislativo.

    att:ingrid

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  3. comentario:
    El fracaso radical dejaba en manos de Núñez un inmenso poder, que utilizó sin reatos en los años
    iguientes. El Regenerador, así como había sido la voz incontrovertible de los independientes, pasó
    a volver al radicalismo, a transar con él y a buscar la unidad liberal. respaldara la
    egeneración, y Caro le dio el mayor impulso. Pero no logró tener propiamente una organización
    ilidad de la nueva
    onstitución, sus posibilidades de acción política serían realmente muy reducidas.
    s
    a ser el oráculo indiscutido del nuevo sistema político.
    att: tania sarmiento

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  4. Núñez prefirió romper toda continuidad con el 63 y evitar los riesgos de un resurgimiento de la oposición antes de que una nueva Constitución estuviera expedida. Por eso, convocó más bien a un
    Congreso de Delegatarios, que debería estar compuesto por dos representantes por cada estado,uno independiente y otro conservado tanto, el Congreso de Delegatarios
    estaba compuesto por dieciocho prohombres que habían sido escogidos realmente por el presidente de la republica.

    Att: Maria Juliana Salazar Sora

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